Aprovechando ropitas de casa...NANCY GENUINA MEXICANA, homenaje a mis Chiapas queridas

La podía haber hecho una mujer o niña chiapa, michoacán, tejenapa o lakota. Esta es mi keka de trapo que llegó en mi maleta cuando regresé de uno de mis viajes a México, he estado varias veces, por trabajo y por placer. Siempre me han hecho sentir como en casa, en familia... pese a que soy una "gachupina" (española, cuyo antepasado aniquiló a buena parte de su población, en lo que se hizo llamar conquista de las américas y cristianización de los "indios"... qué verguenza.. en fín), podría pasarme días escribiendo sobre ellos y sobre las historias que me contaban saboreando unos panes de maiz recien hechos, pero este no es el Foro adecuado, así que paso de puntillas como hemos hecho durante más de 500 años..

Los mejicanos no se identifican con los gigantes sombreros, ni con los trajes de Charro que se ven en la Plaza Garibaldi de DF, esos son propios de una pequeña población norteña, americanizada, cercana a los "pistoleros del oeste", que no responde a la verdadera imagen de su pueblo.

Paseando por la ciudad más grande y poblada del planeta, México D.F, con más de 25 millones nos sumergimos en una cultura rica y plural ... uf !! que me extiendo.. noooo .. nos vamos a centrar en la venta ambulante por las calles ricas y ajardinadas de la zona alta de la ciudad... destinada a que los turistas dejen sus euros o dólares y no corran el peligro que se vive en los suburbios..
He querido hoy rendir homenaje a todas esas mujeres y niñas que dedican la mayoría de su tiempo a este arte, mientras nosotros.. las miramos desde arriba... con una camisa de Dior, dos licenciaturas y un doctorado pero sintiéndonos culpables a cada paso que damos.
¿Os acordáis de mi Flamenca resalá? es la setentera que restauré hace poco, una de las más antiguas, la rica composición de su vinyl , le hace un "rostro" de apariencia aporcelanada del que tanto os he hablado en "Rasgos Nancy".
He aprovechado la ropita de mi entrañable muñeca de trapo para vestir a mi setentera, a la Mejicana le he puesto un Otoño de punto porque es más gordeta.
Para el decorado he utilizado una de tantas piezas Mayas de las que compré en la península del Yucatán, también en DF pude adquirir verdaderas obras de arte, a precios irrisorios, esta vez de los Aztekas...no importa al Estado Federal que vayas ... ellos te darán todo lo que tienen y mucho más.. su trato reverencial abruma... tienes que rogarles que sean más secos y menos "buenos"... pero ese "gen" no se lo pudimos cambiar en la "conquista", son así y no entienden otro modo de tratar al "forastero", más si viene de "la madre patria", amor mucho amor y agradecimiento, esa es la mirada que puedes ver detrás de los grandes ojos negros de un niño indígena, que a veces , ni siquiera entiende el español pero siempre te sonríe.
A modo de ejemplo en el Estado más al Sur de México podemos encontrar hasta 13 lenguas autóctonas distintas, además del español, claro está. Las mujeres y niñas Chiapas están en una situación indescriptible, no es el Blog adecuado para describir lo que sentí paseando por sus caminos de tierra y penuria ... soledad, miedo, impotencia... allí una mujer no puede sentirse igual, resulta imposible... las europeas que fuimos por trabajo, íbamos escoltadas, protegidas.. casi nos llevaban a modo de "procesión"... pero yo necesitaba escucharlas a ellas, entremezclarme con su sabiduría e historias, descubrir la esencia de esas mujeres que, cómo yo... no quieren sentirse inferiores por el hecho de haber nacido fémina. Ellas se quedaron allí, la mayoría sin saber leer , ni escribir, fabricando muñecas de trapo tan infravaloradas como ellas mismas... verdadera arte popular que los estadounidenses y europeos pedantes regatean en las grandes avenidas de México DF.. a veces por menos de 60 pesos, para luego revenderla en grandes aeropuertos por 60 dólares... muñequitas coloridas y tiernas... que son mucho más que un trocito de trapo. Simbolizan la triste historia de unas mujeres que no se identifican con gigantes sombreros mexicanos, que no conocen de la modernidad, ni del glamour pero que tienen una generosidad y una riqueza espiritual que te hacen sentir inferior, vacía, superficial, culpable e incluso absurda.